martes, abril 22, 2008

Dinámicas vinculares:(repensando la pareja)

Uno de los temas que contextualizo al trabajar con la Carta Natal es el de las polaridades y las dinámicas vinculares implicadas. Una polaridad, quizá la más básica, es, la llamada por la cultura china: YIN-YANG, los principios receptivo y activo de la naturaleza; lo femenino (centrípeto) y lo masculino (centrífugo). Son las dos energías fundantes en cada uno de nosotros, seamos varón o mujer. Hoy, en éstas épocas de intensas transformaciones, estamos, algunos varones y mujeres necesitando o tratando de integrar el lado opuesto de nuestra naturaleza psíquica interna ( a las cuales Carl Jung llamó anima –en los varones- y animus –en las mujeres-). En el varón emerge la disposición a integrar un mayor grado de sensibilidad (yo siento”), receptividad (“yo me dispongo”) y vulnerabilidad (“yo contacto mis heridas”) tradicionalmente cualidades atribuidas a la mujer.
Y, por el lado de las mujeres, las cualidades emergentes que llaman a la integración están: la autodefinición (“yo soy”), intencionalidad (“yo quiero”) y potencia social (“yo puedo”), tradicionalmente ligadas al varón. Hay más, por supuesto, éstas intentan, ser un muestreo de tantas posibilidades.
Estamos viviendo una época de re-polarización: a veces se ven excesos, esto es, “pasarse para el otro lado”, actuando en demasía las características atribuidas al otro sexo; en otros casos acentuamos con fundamentalismos rígidos las cualidades propias de nuestro sexo y, claro está, el del otro (por ejemplo el exacerbado “machismo”, tan comentado, y tan menospreciado, a veces y tan conveniente otras veces– tanto para varones como mujeres que lo sostienen-); y en otras ocasiones logramos encontrar nuevas formas de ir integrando ambas cualidades en nosotros/as mismos/as. A partir del descubrimiento de los 2 hemisferios cerebrales se ha ido acentuando un paradigma de mayor integración. De porqué, aún siendo varones o mujeres nos manifestábamos, ambos, en formas tanto masculinas como femeninas.
Somos cuerpos distintos, con órganos que nos definen, que segregan hormonas distintas, pero ambos sexos pueden comprender más al otro si escuchamos las tendencias opuestas y complementarias gravadas tanto en nuestros genes como en los vínculos tempranos con papá y mamá y en las experiencias sociales de nuestra vida de relación( nuestra historia de vida). Y, claro, leyendo también la composición de las energías masculino-femeninas en la Carta Natal.
¿Quién no ha experimentado cierta posición “viril” de algún varón agrediendo!! a los “afeminados” o aquella otra posición de algunas mujeres acusando a otras por su exagerada “independencia” ( y, quizá, aplaudiéndolas en silencio)? Aún hay mucho por debatir, comprender, aprender e interesarnos realmente por el otro…de la mano de interesarnos por nosotros/as mismos/as. A través del estudio de la Carta Natal, acompañado de técnicas de visualización y sensibilización trabajamos el integrarnos y sentirnos más enteros. Pero hay muchas otras polaridades que se manifiestan y buscan el encuentro, el equilibrio y nuevas formas de integración: ( ver )

Hasta el próximo encuentro

Javier Ignacio Alvarez